- 8 de febrero de 2016
¿Cómo elegir el mejor medio de pago para negociar en el extranjero?
La empresa de iluminación LED Prilux tiene en muchas ocasiones problemas con determinados clientes extranjeros para cobrar facturas. "Los italianos suelen devolver los recibos", asegura su director de exportación, Jesús Pérez. Sin embargo, este negocio siempre recibe el dinero que le debe porque sólo despacha productos a compradores que están avalados por entidades de gestión de riesgo comercial, como la Compañía Española de Seguros de Crédito a la Exportación (CESCE).
Prilux es un ejemplo para muchas pequeñas y medianas empresas, que antes de iniciar su proceso de internacionalización deben "garantizar el pago para cubrir riesgos", afirma Manuel Romera, director del área financiera de IE Business School.
Para elegir el medio más adecuado, Romera explica que las pymes tienen que analizar una serie de factores: "La cuantía de la operación, el plazo de cobro, la situación económica y política del país del comprador, el tipo de cambio y el nivel de confianza entre el importador y el exportador. Los directivos de una organización deben buscar, además, seguridad en las transacciones comerciales". De hecho, un 80% de las sociedades españolas no cumple con la autorización de pagos que decreta la normativa europea, según un estudio de la empresa tecnológica TBS.
Así, los medios más habituales, según el director del máster en Dirección de Comercio Internacional de ESIC, Jesús Centenera, son:
•Orden de pago. Se trata de una transferencia bancaria. El comprador autoriza a su banco a abonar una determinada cantidad de dinero a su proveedor una vez que ha recibido la mercancía. Este medio de pago, que se basa sobre todo en la confianza entre el importador y el exportador, es el más barato pero también es el más arriesgado.
•Cheques. Pueden ser personales o bancarios. Los primeros son un título de pago "a la vista", el cobro de una factura se hace efectivo en el momento de presentar el documento justificativo en el banco. Este método es más seguro que la orden de pago porque a partir del momento en que el exportador recibe este documento ya tiene garantías (un papel) para reclamar un posible impago. Para evitar este tipo de riesgos, "lo mejor es que el cheque esté avalado por otra persona, lo que implica que si un cliente no tiene fondos en su cuenta bancaria para hacer frente a una deuda, el dinero será retirado de la de su fiador", explica el director de Cash Management de IE Business School, Francisco López. Con los cheques bancarios es la entidad financiera la que se compromete a pagar la factura. Es decir, el banco hace un adelanto al exportador y, a su vez, le retiene la misma cantidad de dinero a su cliente. En caso de que éste no tenga fondos no le cubre la deuda.
•Remesas. Es el equivalente a una letra de cambio, lo que supone que el pago se puede hacer a plazos (a 30, 60 o 90 días). La remesa puede ser "contra documentos", el pago se produce en el momento de retirar la mercancía; o "contra aceptación", el cliente puede recoger el envío una vez que se haya comprometido a pagar a su proveedor. En este caso, el exportador puede cobrar el pagaré en el banco, que le adelantará el dinero salvo que el cliente de esta entidad no tenga liquidez.
•Carta de crédito. Es el método más caro, pero más seguro para las pequeñas y medianas empresas que hacen negocios en el extranjero. Consiste en un acuerdo entre el comprador y el vendedor en el que un banco actúa de intermediario. Por ejemplo, un empresario envía a su cliente por un lado la mercancía a través de un container y, por otro, la factura, el packing list y la declaración de aduanas a su banco que, a su vez, los remitirá a la entidad financiera de su cliente. Una vez que ésta haya dado el visto bueno a los documentos comerciales originales, el importador ya los puede presentar en aduana para retirar su pedido.
Coste y rapidez, ventajas de las agencias de envío de dinero
La empresa tecnológica Tanhauser Links envía dinero mensualmente a un desarrollador colombiano. El medio de pago que utiliza es la agencia Small World. "La ventaja de emplear esta vía frente a un banco es la rapidez y el bajo coste", afirma Hugo Juárez, consejero delegado de esta firma. Explica que por esta operación paga cinco euros de comisión. Sin embargo, la misma transferencia por el banco le costaría 50 euros. Además, el envío llega en menos de una hora. Juárez indica que la entrega es otro beneficio: "El dinero puede llegar al domicilio del destinatario, a una cuenta corriente, a una tarjeta o a una de las oficinas".
FUENTE: EXPANSION