- 16 de diciembre de 2022
El Sepe emprende una nueva medida para garantizar la tolerancia cero al fraude
El Servicio Público de Empleo Estatal (SEPE) pone en marcha una de las medidas contempladas por la administración con el fin de prevenir, detectar y corregir el fraude, la corrupción y el conflicto de intereses en las actuaciones de las organizaciones públicas.
El personal del SEPE recibe formación específica en materia de
medidas antifraude en la gestión del Plan de Recuperación, Transformación y
Resiliencia (PRTR). El objetivo es contar con herramientas para cumplir con el
compromiso del SEPE de utilizar con corrección y ética los fondos europeos.
La formación se enmarca en el Plan de Recuperación, Transformación y
Resiliencia, dentro de la línea de inversión de ·Gobernanza e impulso a las
políticas de apoyo a la activación para el empleo del Componente 23, que
afronta las políticas públicas que impulsan el mercado de trabajo.
Objetivos estratégicos
del Plan Antifraude
El SEPE, como entidad ejecutora del PRTR, adopta un Plan de Medidas
Antifraude como herramienta para proteger los intereses financieros de
la Unión Europea y velar por la utilización adecuada de los fondos.
El Plan establece medidas concretas y los procedimientos a aplicar, así
como los próximos pasos a seguir, con el fin de facilitar la formación ética
para el personal del SEPE, la difusión de la estrategia antifraude y la
creación de mecanismos de notificación ante actuaciones sospechosas.
Una nueva
cultura de la gestión
La gobernanza supone un cambio de paradigma en las relaciones
administrativas, que propicia la adopción de políticas públicas desde un
marco normativo estable y que responde a las necesidades de la ciudadanía.
Las medidas antifraude completan el marco establecido por el Código de
Conducta Ética del SEPE.
La finalidad es que el personal encargado de los diferentes procesos de gestión y control colabore para asegurar que existe un adecuado sistema de control interno dentro de sus respectivas áreas de responsabilidad, basándose en una nueva cultura de gestión apoyada en el cumplimiento de objetivos claros, medibles y orientados hacia la mejora del servicio encomendado a la tolerancia cero hacia el fraude.