- 18 de mayo de 2016
Ir de la mano de un socio local, clave para invertir en Colombia
Raúl Arce, director general corporativo de Ortiz Construcciones, explicó que llevan seis años trabajando en Colombia. “Nuestro negocio es complicado: somos constructores, pero también invertimos desde hace dos años, en concesiones cada vez más complicadas”.
Lo que más ha llamado la atención a Arce es “la alta capacidad de resolución de los actores que participan en las concesiones de la Administración –entidades financieras, despachos de abogados, socios locales–. Nuestra experiencia es muy favorable. Un país puede tener muchos recursos, pero si no tiene profesionales...”.
A juicio de Arce, es “imprescindible” un socio local “que genere confianza, que sepa hacer las cosas bien, que sea serio. Te puedes ayudar de las entidades financieras, pero un socio local con solvencia financiera es fundamental”.
Destacó también la importancia de los temas jurídicos, “que están más ligados al negocio” que en España. “En cualquier reunión siempre hay un abogado, todo se entrega por escrito a la Administración”. Para el directivo, “hay mucha química entre las empresas españolas y las colombianas, y eso favorece cualquier negocio. Tenemos formas de trabajar distintas, pero no demasiado, y somos bienvenidos allí”.
SICE, empresa de servicios industriales del grupo ACS, vio “interesante” el país ya hace 20 años. Ángel Ordóñez, director de proyectos especiales y director general para América Latina hasta hace un mes, no recuerda por qué se implantaron, pero sí por qué siguen: “Hay muy poca incertidumbre, se cobra bien, hay anticipos. Más allá del crecimiento sostenido, lo que hay es un futuro importantísimo en inversiones en infraestructuras, para la modernización de los municipios, por ejemplo”.
Su compañía se dedica a sistemas inteligentes de transporte y servicios medioambientales, integrando productos “propios y ajenos”. Colombia, dijo Ordóñez, “da muchas facilidades para obtener contratos a largo plazo con ingresos recurrentes, algo importante para mantener el ritmo de la compañía. Solo con proyectos puntuales no da para tener una unidad operativa”.
El directivo recomienda, para invertir en Colombia, tener capacidad financiera, porque allí “no se funciona con gran apalancamiento como en España”. Asimismo, “conviene crear una filial, no una agencia, puesto que puedes tener problemas y así no salpica a la matriz. Colombia es el único país de Latinoamérica que permite que la filial utilice las referencias técnicas de la matriz en sus tres primeros años de vida”.
Para implantarse allí “hay que tener un producto diferenciado. Colombia sabe hacer muchas cosas, como videovigilancia o telecontrol: de esos temas es mejor olvidarse. En metro o autopistas, ya sí podemos aportar algo”. También coincidió con Arce en la importancia de un socio local “fiel”.
El dato
Las inversiones en concesiones de carreteras del programa 4G alcanzan montos de entre 500 y 1.000 millones de dólares.
Para Ortiz Construcciones supone un alto riesgo financiero. “Empezamos con contratos más sencillos”, recuerda Raúl Arce.
El principal cliente de SICE son las entidades públicas, y trabajos como el metro de Medellín les han abierto puertas en otros países, como Chile. Aunque los tratados de libre comercio no les afectan “demasiado”, sí lo harán cuando decidan fabricar en Colombia para Perú o Chile, explica.
Lo que sí reclama es que se produzca una homologación de títulos de ingenieros, porque ahora tienen que contratar un profesional colombiano para que firme los proyectos, lo cual duplica los costes. Eso sí, para temas jurídicos y contables, contratan siempre a gente del país. “Ahorras dinero y disgustos”.
Víctor Leaño, director de la oficina en Bogotá de Banco Sabadell, señaló las enormes oportunidades del país, que tiene “un terreno equivalente a Francia prácticamente sin desarrollar, sin conectar, ni terrestre ni energéticamente”.
Luis de Fuentes, director general de la sociedad estatal Cofides (Compañía Española de Financiación del Desarrollo), valoró la estabilidad macroeconómica del país, pese a que la caída del precio del petróleo ha frenado el producto interior bruto.
FUENTE: CINCO DIAS